¡Buenas noches! Aquí estoy un día más contando cosas
interesantes sobre la asignatura de educación plástica y artística.
Hemos comenzado hablando de los horarios para la semana que
viene y debatiendo sobre temas que tienen que ver con la asignatura. A
continuación, hemos comenzado a ver una película “Cuando Buda explotó por
vergüenza”.
La película me ha parecido muy lenta y eso hacía que deseara
que acabara, pero ha tenido sus cosas positivas porque se ven actitudes,
situaciones interesantes y una sociedad muy distinta a la nuestra.
Comencemos por la importancia que tiene el entorno en los
comportamientos de una sociedad y la situación de las personas según la cultura
y el hogar. En la película se ve a una niña con ganas de aprender a leer, nadie
la ayuda a cumplir su deseo y menos en una sociedad machista en la que si no
estudian las mujeres da igual, mientras que los hombres si vayan a la escuela…
A la niña no solo le cuesta llegar a la escuela por todos los obstáculos que
encuentra, sino que también le cuesta comprar un cuaderno, algo que normalmente
todos solemos tener y a ella le cuesta tiempo, dinero y esfuerzo.
Uno de los obstáculos son unos niños que se encuentran cerca
de la escuela pero que no van a ella y que juegan a la guerra. En una sociedad
que suele estar en guerra, hace que los niños aprendan ese tipo de valores y
los apliquen. Por el simple hecho de llevar un pintalabios, la querían lapidar,
algo que aquí está normalizado, allí es un problema para las mujeres. Aunque
logra escapar y llegar a la escuela, a la vuelta vuelven a encontrarla y su
amigo le grita que para que pueda ser libre tiene que morir, a lo que ella
responde que no le gusta jugar a la guerra. En un país en guerra lo fácil es
morir, pero ella en un acto de valentía no se conforma con eso, aunque acaba
haciéndolo. El entorno en los niños tiene mucha repercusión y en algunos
lugares esa repercusión no suele ser la adecuada como en este caso. La familia
está tan centrada en su trabajo y en sus cosas que ni siquiera se preocupan de si está o no su hija en casa y mucho menos de comprarle un cuaderno.
Por último, cabe destacar el valor de la educación. Antes he mencionado el caso del cuaderno. Aquí podemos encontrar cuadernos económicos por donde queramos, allí solo en una tienda y no es nada barato. En vez de ayudar a que la niña tuviera su cuaderno para poder ser educada, se le exige algo que no están tan a su alcance. Allí los colegios están al aire libre, sin infraestructuras, con lo mínimo y no solo eso sino que los niños deben estar separados de las niñas. La profesora no está pendiente de las alumnas, con repetir las cosas mil veces es suficiente y da igual lo que hagan salvo pintarse con el pintalabios. Así no se aprende, así no se educa y eso no es ser un profesor vocacional.
Estas cosas hacen que podamos valorar más nuestra educación y la importancia del entorno y la cultura que nos rodea.
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